jueves, 23 de febrero de 2012

LAS MINAS DE RIOTINTO (Huelva)

El atractivo entorno de las Minas del Riotinto, plagado de paisajes lunares y edificaciones singulares, merece una especial atención a todo aficionado a la fotografía..
Situado en el corazón de la franja pirítica del suroeste peninsular, ocupa el entorno de 10 de los municipios mas pequeños de la provincia de Huelva, aunque su escasa extensión ha albergado históricamente las principales minas de oro, plata y cobre del país y guarda un impresionante patrimonio industrial que lo convierten en uno de los puntos mas singulares de Andalucía.
Sus tierras, a lo largo de la historia, nos hablan de una presencia humana casi constante, abrigada siempre al calor de la riqueza mineral de su subsuelo.
En 1873 las minas fueron compradas por un importe de 94.000.000 pesetas al gobierno de la I República Española (prácticamente salvada de la bancarrota por esta venta) por adjudicatarios ingleses que crearon un consorcio para su explotación. Si bien la presencia anglosajona en la zona databa ya del siglo XVIII por empresas arrendatarias como la Robert Wolters. El despegue de la industrialización en países muy desarrollados había propiciado que diversas empresas buscaran nuevos minerales y yacimientos para su crecimiento. Asimismo, el aumento de las necesidades de empleo provocó un rápido crecimiento de la zona e incluso en Huelva capital.
La razón del interés privado en estas minas es explicada por las nuevas leyes centrales de 1849 y 1859 que superaron un anterior régimen intervencionista para pasar a uno nuevo que favorecía enormemente a la iniciativa privada. Pero fueron realmente la Ley de Bases de 29 de diciembre de 1868 sobre minas y la Ley de 19 de octubre de 1869, las que favorecieron la creación de sociedades mercantiles privadas e industriales.
Así, el 14 de febrero de 1873, tras una fracasada subasta, las minas eran adquiridas por compra directa por un consorcio internacional creado entre otros, por la Casa Matheson y el Deutsche National Bank of Bremen  a los que además se le permitiría proyectar el futuro ferrocarril que uniría las minas con el puerto de Huelva. Este consorcio fundaría poco después la compañía con un capital de seis millones de libras inglesas. Esto explica que años después, la localidad de Riotinto se convirtiera en una pequeña colonia inglesa dependiente de la compañía.
La compañía anglosajona —que había conseguido los derechos de explotación del cobre, plata y oro de las minas (aunque explotó también manganeso, sulfuros y piritas sobre todo)— propició en un principio el resurgir de la comarca al abrir nuevas vetas de explotación y desarrollar la minería interior. Su extensa producción, que salía de España desde el Muelle del Tinto en la ría de Huelva, convirtió a la empresa en una de las mayores de toda Europa y según palabras del empresario e historiador de las minas David Avery, a Rio Tinto (en 1884) «en el mayor centro minero del mundo». Pese a todo, cabe decir, que los primeros años fueron difíciles y los accionistas tuvieron que hacer grandes inversiones y aguantar las fuertes críticas por la inicial falta de dividendos.
Las altas concentraciones de piritas, mineral de cobre, provocan la tintura del agua, piedras
y lodos al paso del curso del río. Su caudal y las riberas presentan
una imagen única, plástica y atractiva.

Para ver mas fotos, utilizar este link:  http://www.flickr.com/photos/pgutierrez/sets/72157629261012001/

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